Documento a 7 años de la desaparición de Jorge Julio López

 

 

El 21 de mayo, la  presidenta  de  la Nación, Cristina  Fernández de  Kirchner  afirmó, en la  ciudad  de  la  Plata   “Acá nadie puede desaparecer. Estamos todos vivitos y coleando. Cantando nuestras consignas”.

Estamos en esta Plaza para gritar que hace 7 años  Jorge Julio López desapareció por segunda vez. Venimos a decir que no vamos a permitir que con el silencio y la negación se intente imponer la tercera desaparición de Jorge Julio López  y seguimos exigiendo al Estado Nacional la Aparición con vida de Julio.

Compañero Jorge Julio López PRESENTE!!

Julio López, el albañil, ex detenido-desaparecido que después de muchos años de silencio puso en palabras sus recuerdos del horror vivido para acusar a sus torturadores, que reconstruyó su memoria ladrillo a ladrillo, para cumplir su compromiso con quienes fueron sus compañeros de lucha, no llegó a la sala de audiencias, en la  que  se daría la sentencia  a Etchecolatz,  ese 18 de septiembre de 2006.

Miles salimos a la calle en La Plata, bajo una lluvia torrencial, el viernes de la primera semana, gritando desesperadamente y después de tantos años: Ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables. Al finalizar esa primera marcha escuchamos de boca del entonces gobernador Solá, y sus funcionarios Arslanián y Binstock, la transmisión de una idea que anticipaba la política de la que no se apartarían ni un ápice los sucesivos gobiernos provincial y nacional. Esa noche los funcionarios respondieron que estaba en peligro la gobernabilidad de la bonaerense. La Policía de la Provincia de Buenos aires, al momento de la  segunda  desaparición de López, tenía en sus filas más de 9.000 efectivos que habían  actuado  durante  la dictadura. Ningún gobierno constitucional  los  separó ni investigó. Está claro hoy, que en ese momento los funcionarios ya habían renunciado a encontrar a nuestro compañero Jorge Julio López y habían renunciado a detener, juzgar y condenar a los responsables de su secuestro.

Julio López, cuyo segundo secuestro fue, primero minimizado por el oficialismo y sus seguidores y luego, transformado por ellos en una búsqueda que preguntaba por su nombre pero no se atrevía a interpelar a sus torturadores de la policía bonaerense.

La  presidenta  tiene sus  razones  para  decir  que no hay  desaparecidos durante esta  década. Tiene  sus  razones  porque  para ella  nuestro compañero  parece  no  haber  existido. En estos  7  años, nunca  mencionó su nombre.

En todos estos años, a  pesar de que  nos hemos movilizado a lo largo y ancho del país, a  pesar  de  que  el rostro de  Julio estuvo  y  está presente permanentemente  en la  denuncia, hemos recibido por única respuesta el silencio de la impunidad, el silencio de la complicidad.

Julio López no fue el primer desaparecido posterior a la dictadura: Miguel Bru, Andrés Nuñez, entre otros, son prueba de ello. Su desaparición marcó el hecho de reinstalar la desaparición como práctica genocida, poniendo en jaque al  llamado  Nunca Más, y demostrando que es posible que vuelva a suceder lo que imaginábamos desterrado. Fue una confirmación más de lo que siempre dijimos, la impunidad sólo genera más impunidad.

Impunidad que no es sólo responsabilidad de los gobiernos constitucionales anteriores a Néstor Kirchner y Cristina Fernández, sino también de éstos, porque no hicieron lo necesario para terminar con tantos represores sueltos fuera y dentro de las filas policiales y militares. La impunidad actual, vigente, es la que permite que López esté desaparecido. La responsabilidad criminal es, sin duda, de los autores materiales del secuestro y desaparición de Julio. Pero la responsabilidad política de que Julio aparezca con vida, como denunciamos desde un primer momento, es de los gobiernos nacional y provincial.

El Estado, con total intencionalidad, no realizó una investigación, y cada fuerza simuló una búsqueda por su cuenta, ocultando sus pasos las unas a las otras. Mientras tanto,  los funcionarios políticos negaban la posibilidad del secuestro, insistiendo en que Julio estaba perdido o escondido. El gobierno tiene que responder por el encubrimiento y complicidad por parte de los organismos de seguridad que dependen del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial: la SIDE, el Servicio Penitenciario Federal, la policía Bonaerense y la Federal.

Desde el primer momento, no investigaron las pistas que involucraban a Etchecolatz y a la bonaerense, y al día de hoy no han esclarecido ninguna de las innumerables amenazas y agresiones que sufrieron durante el juicio y siguen sufriendo testigos, querellantes, familiares de desaparecidos, jueces, fiscales. Tampoco se han resuelto los secuestros posteriores a testigos como Geréz, Puthod, Martínez, ni los militantes que participaron por los reclamos por la aparición con vida de Julio, ni el asesinato de Silvia Suppo. Ha sido precisamente la persistente impunidad del secuestro y desaparición de Julio la que fomentó que las amenazas a los testigos, los abogados y a los militantes vinculados a los juicios a los genocidas continuaran y se agravaran, transformándose en agresiones y secuestros.

El gobierno es responsable de su aparición con vida y debió haber dado los pasos precisos y contundentes que siempre le exigimos: exonerar y denunciar ante la justicia a todos los integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad que se desempeñaron durante la dictadura, promover la remoción de jueces y fiscales cómplices, impulsar juicios por campo de concentración o por circuito represivo donde se juzgue por el delito de genocidio a todos los represores y a sus cómplices civiles.

Mientras ellos sostienen la impunidad, miles y miles en todo el país nos movilizamos cada 18 de septiembre para decir presente al compañero Julio López!

Hoy, denunciamos la impune utilización que hace el gobierno de la Provincia de Buenos Aires del nombre de Julio López para bautizar plazas y parques ocultando que no se da un solo paso para encontrar a los responsables del secuestro. La  declaración de Ciudadano Ilustre otorgada por el Concejo Deliberante de La Plata el año pasado es una provocación que resalta el cinismo del poder político que no  garantizó su aparición con vida ni el castigo a los culpables de su secuestro.

Hoy, denunciamos que la causa judicial de Julio es un ejemplo descarado de las maniobras de impunidad y encubrimiento de las que son responsables jueces y fiscales subordinados al poder político o a las fuerzas represivas.

Desde hace dos años, la única novedad en la investigación judicial fue una denuncia contra las querellas y los funcionarios judiciales que intervinieron en el juicio contra Etchecolatz, en la que de forma aberrante se intentaba distorsionar las responsabilidades de lo sucedido acusando a los compañeros de Julio de “no haberlo cuidado”. Mientras tanto, jamás se investigó a la Bonaerense heredera de Camps y Etchecolatz, que en todos estos años, y en las más diversas situaciones, demuestra ser una verdadera organización mafiosa.

Hoy, a 7 años de la dolorosa desaparición de Julio, estamos en esta Plaza para ratificar la lucha popular contra la impunidad, para denunciar el encubrimiento, para oponer voz al silencio de los de arriba, para reclamar justicia. Para exigir cárcel común y efectiva a sus secuestradores, a todos los represores y asesinos, a todos los genocidas.

Por eso decimos:

BASTA DE SILENCIO, ENCUBRIMIENTO E IMPUNIDAD

Aparición con vida YA de Julio López

Juicio y castigo a los responsables

Compañeros y compañeras,.

Salimos  una  vez  más  a  luchar  contra  la  impunidad  de ayer  y  de  hoy  y  a  denunciar  al gobierno nacional, que  aplica  una  política  represiva hacia  los que  luchan, criminaliza  la  protesta, sostiene  el  espionaje  y la  infiltración  a  las organizaciones  populares. Despliega mano dura  hacia las luchas para garantizar la aplicación de su política entreguista y descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo.

Estamos aquí para denunciar la designación del genocida Milani al frente del Ejercito. Desde el Encuentro Memoria Verdad y Justicia denunciamos desde el primer momento el pedido de ascenso y su designación en la cúpula militar por parte de Cristina Fernández. Milani sigue como comandante en Jefe a pesar del repudio popular y la ratificación de las denuncias de las víctimas y sus familiares por su participación en la represión de la dictadura.

Exigimos  su destitución y juicio  y  castigo por su participación en el genocidio.

Porque defendemos el derecho a luchar y a organizarse de nuestro pueblo estamos  aquí, con la misma convicción de Julio, denunciando al gobierno nacional, los  gobiernos provinciales de todo el país, y al gobierno de Macri en la ciudad de Buenos Aires, por la represión, por la criminalización de la protesta social y por la impunidad.

Reivindicamos el derecho inalienable a luchar por vivienda, trabajo y salario justo para todos, por vivienda, educación y salud para nuestro pueblo, contra  la entrega y saqueo de nuestros recursos naturales,  contra la megaminería a cielo abierto, contra el pacto leonino y entreguista con CHEVRON, contra la depredación ambiental de las empresas imperialistas, contra el pago de la ilegitima y usuraria deuda externa.

Nos solidarizamos con el pueblo de Neuquén reprimido salvajemente por el gobernador Sapag, donde hubo heridos con balas de plomo,  cuando se manifestaba masivamente contra el acuerdo con CHEVRON, tejido por el gobierno de Cristina Fernández. Su lucha es la nuestra. Repudiamos las declaraciones del Secretario Parrilli, representante del gobierno nacional que, coherente con su papel de vocero de la privatización de YPF durante el menemismo, acusó a los miles de manifestantes de ser un puñado de golpistas.

Nos solidarizamos con los trabajadores de Jujuy, con los docentes y campesinos del Chaco, con los trabadores de ATE y los docentes de Quilmes, reprimidos también  por defender en las calles sus derechos y con los docentes y camioneros de Tierra del Fuego, procesados por su lucha por educación y salario.

Denunciamos  a  Macri y su metropolitana, por la represión en el Borda.  La  represión en un hospital  psiquiátrico es un hecho que no reconoce  ningún antecedente. Los  responsables siguen impunes, mientras se procesa a los trabajadores que  fueron  reprimidos.

En los últimos tres años la política represiva del gobierno ha reconocido un punto de inflexión: fueron asesinados 17 luchadores populares  y avanza el nuevo genocidio de los pueblos originarios para ampliar las fronteras sojeras y para asegurar los negocios extractivistas de nuestras riquezas.

A pesar del discurso kirchnerista, en la Argentina, así como hay desaparecidos hay presos políticos.

Hoy exigimos la libertad de los  5 presos de Corral de Bustos  en Córdoba.

Exigimos la absolución de los trabajadores petroleros de Las Heras que sufrieron injusta cárcel, torturas y fueron llevados a un juicio plagado de irregularidades.

Con la lucha  y solidaridad conseguimos  la libertad de los  presos de Bariloche.

Gracias   a la enorme  movilización que  recorrió  todo el país logramos  que  Pedraza fuera  condenado por  el  crimen  de Mariano Ferreyra . Hoy exigimos perpetua a Pedraza y castigo a los funcionarios políticos y los empresarios implicados en el crimen de Mariano.

En la Argentina hay desaparecidos y por eso, con dolor,   tenemos que  decir que  sigue desaparecido   Daniel Solano,  secuestrado en  la provincia de  Río  Negro, cuando organizaba una huelga en Expofrut, la empresa que lo empleaba junto a muchos obreros más en condiciones de esclavitud.

Exigimos  su  aparición  con vida  y el  castigo a los responsables  políticos  y materiales  de su  secuestro y  desaparición!!!

De cada lucha surgen nuevos dirigentes y militantes procesados. Las causas abiertas en todo el país suman ya más de 5000. La persecución hacia los sectores que luchan no cesa y no sólo hay nuevos procesados sino que se reabren viejas causas una y otra vez.

La ley antiterrorista, enviada por el ejecutivo y aprobada por el Congreso en el 2011 es el instrumento legal con el que se amenaza a todos los que se movilizan por sus derechos.

Exigimos la sanción de la ley contra la criminalización de la protesta, la derogación de la ley antiterrorista y la anulación de toda la legislación represiva.

Denunciamos la infiltración y el espionaje sobre las organizaciones y militantes obreros y populares a través del proyecto X de la Gendarmería, del accionar de la SIDE y de todos los servicios de inteligencia de las fuerzas armadas y de seguridad.

Por todo eso decimos:

Basta de asesinatos,  persecución y  espionaje  a  los luchadores populares!

Denunciamos el intento del gobierno de desguazar el Banco Nacional de Datos Genéticos para convertirlo en la plataforma de un Instituto de Genómica Humana en sociedad con los laboratorios privados. El traspaso del Banco a la órbita del Ministerio de Ciencia significa la pérdida de su autonomía. El macrismo aprobó este despojo.

El primer paso de este atropello fue la sanción de la ley 26.548, impulsada en 2009 por el oficialismo, que arbitrariamente limitó las competencias del Banco de Datos a los casos anteriores al 10 de diciembre de 1983. Los crímenes de los genocidas no se detuvieron en esa fecha: la ausencia de Julio así lo prueba.

No al vaciamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos!!

Después de las PASO, con el pretexto de la inseguridad, el gobierno reforzó con 5000 efectivos de Gendarmería la militarización del conurbano bonaerense. Ésto en momentos en los que la inflación devora los  bolsillos de los trabajadores y el pueblo y  recrudece la pobreza. El gobernador Scioli desdobló el Ministerio de Justicia y Seguridad y sumó  al “manodura” Granados al frente de este último.

Mientras no se aplican  políticas para bajar el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan,  se plantea desde el gobierno nacional la baja en la edad de imputabilidad.

Así  demuestran  que tienen la  misma  política  que  revindican los  Macri y los  Massa en  relación  al  aparato  represivo y al  control social.

En la Argentina hay desaparecidos y no estamos todos vivitos y coleando, por eso denunciamos la criminalización de la pobreza y el gatillo fácil, que lleva cobradas más de 2300 vidas durante los últimos 10 años y las causas armadas contra los jóvenes de barriadas humildes.

Hace un mes el torturador Marambio  fue designado al Frente del Servicio Penitenciario Federal. Desde el primer momento, junto con numerosas organizaciones y organismos de derechos humanos exigimos su destitución. Hoy con un mes de  gestión ya es responsable de dos muertes disfrazadas de suicidios y numerosos abusos.

Exigimos YA su inmediata destitución.

Basta de muertes y torturas en las cárceles!!

Exigimos la aparición con vida Luciano Arruga y el castigo de todos los responsables. Basta de gatillo fácil!!

Las tragedias de Once y Castelar son una muestra de la política de transporte privatista, de los grandes negociados con TBA, los Cirigliano y la burocracia sindical; principales responsables de este crimen contra el pueblo largamente anunciado.

Exigimos juicio y castigo a todos los responsables.

Compañeros y compañeros

El testimonio de Julio no solo sirvió para que el genocida Etchecolatz fuera condenado por genocida, sino que es parte de la construcción de una memoria y una historia que, además de poner al desnudo la crueldad y brutalidad del poder, rescata las luchas, las banderas y los objetivos por los que lucharon los 30000 compañeros detenidos desaparecidos que dieron su  vida  por  conquistar un país sin opresión, sin explotación,  sin injusticia, sin represión.

Por eso nos oponemos a  transformar los Centros Clandestinos de Detención en lugares de recreación con payasos, murgas y cursos de cocina, porque las generaciones que nos siguen deben saber que allí se torturó a hombres, mujeres y hasta niños,  para lograr imponer en nuestro país un orden político y económico en contra de las mayorías populares.

La reinvindicación sorda, ciega e insensible, por parte del oficialismo,  de los siniestros asados en la ESMA, tiene como clara consecuencia la distorsión histórica de lo sucedido en los Centros Clandestinos de Detención y abren las puertas a la reconciliación con los genocidas.

Desde el oficialismo se repite una y otra vez que es necesario “resignificar” los Centros Clandestinos de Detención usados por la dictadura para llevar adelante un genocidio. Con la “resignificación” se pretende tergiversar la historia, priorizando con un criterio inmobiliario, el aprovechamiento de un espacio que debe ser preservado intacto para que no se olvide su pasado.

Dicen que donde hubo muerte debe haber vida, nosotros decimos que los pueblos para transformar su historia no deben perder la memoria.

Por eso nosotros no olvidamos a Julio, por eso con la presencia y con la ausencia de Julio, estamos en esta plaza reivindicando el derecho a luchar de los trabajadores ocupados y desocupados, del movimiento campesino, de los pueblos originarios, del movimiento estudiantil y de todos aquellos que, crean organizaciones y levantan su voz para exigir justicia, para exigir salarios dignos, para exigir tierra y vivienda, educación y salud para todos.

NO OLVIDAMOS-NO PERDONAMOS-NO NOS RECONCILIAMOS

Marchamos con vos, Julio, y exigimos al Gobierno tu aparición con vida YA!

30.000 COMPAÑEROS DESAPARECIDOS PRESENTE!!!